jueves, 27 de septiembre de 2018

Hoy escuché una frase que me gustó mucho. Trata del valor que le damos cada persona a las cosas. Que aquellas personas que se comparan constantemente viven gran nivel de insatisfacción. Para hacerlo más simple con un ejemplo. Habían dos niños uno con un gran oso y otro con un oso pequeño la diferencia era que el niño que tenía el oso pequeño lo abrazo con tal amor que el niño con el oso grande deseo tener ese oso pequeño. No es el tamaño ni cantidad de las cosas que tengamos es el amor lo que marca la diferencia entre la felicidad que existe en cada persona.
Cuando dejes de desear algo más grande aprenderás a estar satisfecho por todo el trabajo que te costó llegar a la meta sin importar que otros tengan mejor resultado que el tuyo.





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